Hoy quiero contarte un cambio importante en mi vida, un giro en mi día a día y, por ello también, hoy toca una newsletter más personal que espero que te ayude.
Quizás lo veas como una locura.
O lo veas totalmente normal.
Pero antes, quiero hablarte de cómo, normalmente, el miedo es el que guía nuestro camino.
El que nos limita a hacer lo que realmente queremos.
De que la vida nos ofrece oportunidades...
... y no las acabamos aprovechando.
Por miedo a lo que puedan decir de nosotros.
Por miedo a que salga mal.
Por miedo a defraudar o defraudarnos.
Por miedo a que las cosas salgan demasiado bien.
Y en todos esos contextos aparecen los...
Esos son los que matan nuestros sueños.
Son los que marchitan cada paso de crecimiento.
Tener miedo a veces nos puede salvar de algunos peligros, sin embargo, otras veces nos puede limitar a saltar a probar experiencias nuevas.
Con esto lo que te quiero decir en esta semana tan especial para mi, es que vivas la vida que te mereces y sobre todo, desees.
Que no tengas miedo al cambio, y que a veces no será nada fácil...
A veces necesitaremos pedir ayuda, y que nos ayuden, un impulso externo...
Si me conoces un poquito sabes que hasta ahora estaba compaginando mi trabajo como nutricionista autónoma con mi trabajo como farmacéutica comunitaria por cuenta ajena.
Ayer fue mi último día en la farmacia.
Con bastante pena, dije adiós.
Por apostar 100% por mi proyecto.
Porque ya no tenía absolutamente nada de tiempo para dedicárselo a más consultas de nutrición (y a decir verdad, nada de tiempo para abslutamente nada).
Porque me apasiona el mundo de la salud digestiva.
Y, porque no me quiero quedar con la espinita.
Mi apuesta por mí, por mi proyecto al 100%.
Así que, si estás dudando en hacer un cambio en tu vida, pero en el fondo crees que lo necesitas, adelante.
Justo esta semana también concide con que es la semana de la salud digestiva.
No estaba para nada planeado, pero fue así.
Para acabar este email, simplemente recordarte la importancia de tener una buena salud digestiva.
No es normal
estar hinchada continuamente, tanto que parece que estás embarazada de 6 semanas.
No es normal
que tengas eructos o diarreas con frecuencia.
No es normal
que tengas reflujos.
No es normal
que te sientas siempre pesada.
No es normal
que todo, o la gran mayoría de alimentos, te sienten mal.
No es normal
normalizar todos estos casos.
Dale la importancia que se merece a tu salud digestiva.
Date la importancia que te mereces.
Que tengas una gran semana,
PD 3: Apuesta siempre por ti, tanto a nivel profesional como de salud, psicológica o física.
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