A veces pensamos que tenemos hambre.
Y puede que no sea verdad… o sí…
Pero, ¿
qué tipo de hambre
?
Porque ves algo muy apetecible o, porque te genera satisfacción.
Pero oye, eso te pasa a ti y a todo el mundo.
Por eso es muy importante escucharte y saber qué es lo que realmente te está
pidiendo el cuerpo.
En este email te voy a explicar qué consecuencias puede tener comer sin ser
consciente y qué herramientas puedes tener para detectarlo y solucionarlo.
Si tienes
hambre real
… el cuerpo te envía una señal, un toque
de atención para que le proporciones los nutrientes y energía que necesita para
funcionar de manera óptima.
si… realmente pensamos que tenemos hambre física o real pero es un hambre de
tipo más emocional?
Ahí el cuerpo te manda señales, sí, de que desea comer.
Es como un eco que resuena en nuestro interior, a menudo desencadenado por un
tipo de emoción o sentimientos como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento, o
por esa adición que nos provocan los ultraprocesados.
¿Qué herramienta puedes utilizar para gestionarlo?
La saciedad no solo se trata de llenar nuestro estómago, sino de nutrirnos
hasta sentirnos plenamente satisfechos. A parte de gestionar el hambre real,
también nos ayuda con el hambre emocional. Cada paso que damos hacia la comida
debe ser consciente y lleno de intención.
Entonces, ¿cómo puedes cultivar esta conexión más profunda con tu hambre y
saciedad?
Come con atención plena.
Cuando te sientes a comer, hazlo con plena conciencia. Saborea cada bocado,
presta atención a los sabores y texturas, y detente cuando sientas que ya estás
satisfecho, no llegues al punto de lleno máximo.
Aquí sobre todo, es super importante evitar distracciones, no comer viendo la
tele, ni con el teléfono, ni con ningún elemento que te pueda alejar de tu
estado de consciencia.
(Si estás leyendo esto, mientras comes, ¡para!)
Haciendo pausas y dejando los cubiertos en la mesa mientras masticas la comida
lentamente es otra de las técnicas que funciona.
Nutrirnos va más allá de simplemente llenar nuestro estómago.
Así que, la próxima vez que tu cuerpo o mente te pida comida, tómate un momento
para reflexionar:
¿estás alimentando tu hambre real o emocional?
y… ¿estabas leyendo esta newsletter en el móvil mientras comías?
pd 1: En el próximo email te voy a comentar un truco muy sencillo pero
muy potente y efectivo que puedes hacer para mejorar tu sistema
digestivo.
pd 2: Si quieres que te haga un plan super personalizado para mejorar esos
hábitos nutricionales:
pd 3: Tengo muchos temas para hablar en este newsletter, pero si quieres
escribirme para proponerme temas que te interesen, siéntete libre de hacerlo 😊
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